Gestionar expectativas es una parte esencial de mostrar liderazgo en cualquier situación. Cuando las expectativas se gestionan adecuadamente, no solo se nos percibe como controlando la situación, sino que también estamos liberando recursos para enfrentar condiciones adicionales que seguramente surgirán.
Como se mencionó en el post anterior, el principio ACE puede mejorar tu capacidad para gestionar expectativas. Este principio es un acrónimo compuesto por los siguientes encabezados: Actitud, Alcanzabilidad, Comunicación, Consciencia, Compromiso y Efectividad.
En este post, discutiremos en detalle los componentes C del acrónimo: Comunicación y Conciencia y la forma en que influyen en el cumplimiento de una situación esperada.
Comunicación
La comunicación es un arte en sí mismo, ya que para lograr ser más comunicativos, implica tener una mente rápida y una actitud resuelta. Al comunicarnos, dictamos las características de un mensaje mediante el empleo de diferentes tonos, secuencias de palabras y dicción. Dominar nuestras habilidades de comunicación llevará nuestros mensajes de una manera más impactante mientras influye en los pensamientos, creencias, percepciones y actitudes de nuestro destinatario/audiencia.
Como la comunicación es un flujo de dos vías, debemos considerar la calidad de la comunicación entre las partes. La calidad se define por el entorno general en el que se lleva a cabo la comunicación. ¿Es cortés, recíproco, tenso o incluso esporádico? Asegurarse de una comunicación cortés, continua y recíproca contribuye a expresar nuestras demandas de manera clara y puntual, aumentando las posibilidades de un resultado alcanzable.
Finalmente, necesitamos identificar el tipo de flujo de comunicación que domina la situación. ¿Es ascendente, descendente, horizontal y/o multidireccional?
– La comunicación ascendente es jerárquica en la naturaleza, con instrucciones que vienen desde arriba y se propagan hasta la fuerza laboral.
– La comunicación descendente funciona exactamente en la dirección opuesta, con instrucciones que se originan en los niveles más bajos de una organización y fluyen hacia los niveles superiores.
– La comunicación horizontal o lateral tiene lugar cuando los empleados en el mismo nivel interactúan. Este tipo de comunicación permite a los trabajadores coordinar tareas entre sí, aumentando la cooperación y la resolución de problemas.
– Por último, la comunicación multidireccional, también conocida como comunicación diagonal, emplea los diversos métodos de comunicación, incluyendo la ascendente, descendente y horizontal. Esta forma de comunicación provoca el potencial de los empleados al tiempo que elimina las barreras de comunicación. La comunicación multidireccional funciona mejor cuando los sistemas y expectativas de comunicación son claros para todos los miembros de una organización.
Conciencia
La conciencia es el segundo componente del acrónimo C. Aquí nos referimos a la confiabilidad de los miembros que contribuyen a un proyecto. ¿Están los participantes dispuestos a realizar las tareas correctamente y tomar sus obligaciones en serio?
El aspecto de confiabilidad ha sido considerado durante mucho tiempo una caja negra ya que tendemos a conocer la importancia de este factor en el proceso de expectativas, pero su funcionamiento interno nunca se revela por completo. En consecuencia, a priori no tenemos experiencia sobre cómo los miembros del equipo se relacionarán con sus deberes y la participación activa no se puede forzar de manera extrínseca.
Dada la volatilidad de esta variable, se recomienda enlistar las tareas y responsabilidades de cada participante, lo que no solo define el grado de responsabilidad, sino que abre la posibilidad de tomar medidas correctivas hacia el resultado deseado.
Conclusión
Para concluir, es importante decir que ser consciente de las características, la calidad y el tipo de comunicación aumenta la posibilidad de obtener un resultado alcanzable. Además, definir las tareas y responsabilidades de los participantes contribuirá al logro del objetivo alineándose con las expectativas deseadas.
En el próximo post de la serie ACE, hablaré en detalle sobre las variables E. Mientras tanto, ¡los animo a que sigan utilizando el principio ACE!
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN SIN AUTORIZACIÓN