Para resolver una situación cargada emocionalmente de manera competente, es importante entender que las interacciones emocionales son una forma de comunicación explícita que transmiten tres conjuntos de información: sentimientos, hechos y valores. Considerar estos 3 componentes al evaluar la situación aumentará las posibilidades de resolver el conflicto de manera efectiva.
Por ejemplo, cuando tu subordinado comienza a gritar (emoción) porque no tendrá derecho a una compensación salarial variable (hecho), seguramente siente que su trabajo no ha sido reconocido por sus superiores (valor desafiado).
Para abordar la situación, empieza por dejar que el empleado desahogue sus emociones y valida sus preocupaciones escuchándole activamente. A continuación, dirija la conversación hacia sus valores subyacentes, que pueden arrojar luz sobre sus verdaderas creencias. Anímele a expresar los valores que cree que deben guiar el proceso de toma de decisiones.
Durante la conversación, haga hincapié en que la decisión se basa exclusivamente en información objetiva y no en motivaciones personales. Proporcione información adicional que respalde la decisión, como el hecho de que se ha retirado la retribución salarial variable porque no han completado su principal objetivo de ventas de abrir 10 cuentas nuevas para finales de año.
Al abordar las emociones, los valores y los hechos implicados en la situación, puede surgir una comprensión clara del desacuerdo. El objetivo final debe ser resolver la situación una vez que se hayan considerado, articulado y evaluado los tres componentes.
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