Un hallazgo consistente en la psicología es que a la gente no le gusta la incertidumbre. Afortunadamente, hay algunas formas de manejarla. Aquí hay tres recomendaciones rápidas que pueden ayudarte a lidiar con situaciones inciertas.
1. SE FLEXIBLE
Una de las habilidades más importantes para implementar en tiempos de incertidumbre es la flexibilidad. La flexibilidad es una habilidad suave que implica la capacidad de adaptar y ajustar tu pensamiento, comportamiento y sentimientos a nueva información.
Debes estar dispuesto a ajustar los planes, desviarte de la estrategia original y hacer pequeñas o grandes desviaciones de tu curso actual. Al actuar de manera flexible, fomentas una actitud más resistente necesaria durante tiempos turbulentos.
2. EVALÚATE A TI MISMO
Sé consciente de las sensaciones físicas y mentales, los pensamientos rumiantes o las acciones reconocibles que experimentas mientras navegas bajo condiciones inciertas. Esto puede ayudarte a evaluar tu situación emocional y actuar adecuadamente.
- ¿Te sientes ansioso, abrumado o estresado? ¿Estás experimentando tensión en el cuello, la espalda y los hombros?
- ¿Los pensamientos rumiantes hacen que la situación se sienta peor? «¿Estás constantemente pensando en cómo salir de esto o que simplemente no puedes enfrentar la situación?»
- Acciones reconocibles, ¿estás buscando estrategias alternativas o simplemente ignorando el problema esperando que desaparezca? ¿Estás dejando que las emociones salgan a la superficie?
3. CONTROLA LO «CONTROLABLE».
Cuando estás en una situación incierta, planifica un curso de acción positivo. Controlar lo controlable significa que incluso si tu mundo se vuelve del revés, todavía hay ciertas cosas que puedes controlar (también conocidas como «controlable») siguiendo un plan de juego en las cosas en las que tienes influencia.
No puedes gobernar el mundo ni cambiar la humanidad, pero puedes enfrentar la incertidumbre con una actitud FLEXIBLE y un PLAN para controlar lo controlable.
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