Un pilar muy importante de la competencia emocional es la autoconciencia. Al incorporar la autoconciencia en nuestro proceso de toma de decisiones, podemos aprovechar nuestra posición inicial y generar un resultado que esté en línea con nuestro objetivo deseado.
Aumenta tu conciencia respondiendo las siguientes preguntas:
1. ¿Qué estilo de toma de decisiones estás utilizando?
Nuestro proceso de toma de decisiones está fuertemente influenciado por nuestro estilo de toma de decisiones: (1) Decisor impulsivo: «Decide ahora; piensa después», (2) Decisor fatalista: «Lo que sea, será», (3) Decisor complaciente: «Si a ti te parece bien, me parece bien a mí», (4) Decisor aplazador: «Lo pensaré mañana», (5) Decisor agonizante: «No puedo decidir», (6) Decisor intuitivo: «Se siente bien», (7) Decisor paralítico: «Sé que debería, pero simplemente no puedo hacerlo», (8) Decisor planificador: «Soy el capitán de mi destino; soy el amo de mi alma», (9) Decisor conservador: «La menor cantidad de riesgo» Cada estilo representa una estrategia de toma de decisiones.
Alinea el estilo de toma de decisiones a la estrategia. Ten en cuenta que la estrategia que elegimos está influenciada por la naturaleza del tema de decisión, el apego emocional y la magnitud de las consecuencias previstas resultantes de la decisión.
2. ¿En qué contexto estamos evaluando la decisión?
Nos basamos en experiencias pasadas y en creencias limitantes mientras evaluamos una decisión que normalmente se basa en una situación nueva y única.
Elimina los significados: ahora es una nueva oportunidad para tomar una decisión basada en una pizarra emocional y contextual limpia.
3. ¿Cómo te sientes actualmente?
¿Cuál es tu estado de ánimo? Evalúa tu nivel de energía y agradable antes de tomar una decisión. En caso de que te sientas muy emocional o agitado acerca del tema, toma distancia.
Date tiempo para reagruparte y reevaluar la decisión con una carga emocional positiva. Después de una buena noche de sueño, comienza de nuevo con la mente clara.
4. ¿Qué tan seguro te sientes ahora para tomar una decisión?
Tendemos a «preocuparnos» antes de tomar una decisión, básicamente sobreanalizando los resultados y perdiendo la confianza en todo el proceso, y terminando atrapados en una lucha interna.
No pienses demasiado, mantén tu confianza y no te sientas arrepentido/a.
5. ¿En qué momento del día estamos tomando la decisión?
Esto tiene un efecto en la calidad de la decisión. El poder de toma de decisiones es un recurso agotable, tenga en cuenta que la calidad de nuestras decisiones comienza a disminuir durante el transcurso del día, a medida que se agota nuestra cantidad fija de fuerza de voluntad.
Toma una decisión cuando te sientas fresco/a.
[1] Dinklage, L. B. 1968. Estrategias de decisión de los adolescentes. Tesis doctoral inédita, Universidad de Harvard, Cambridge, MAPROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN SIN AUTORIZACIÓN DEL AUTOR