Constantemente nos encontramos con situaciones que requieren la gestión de expectativas. Ya sea en situaciones personales o profesionales, las circunstancias que están relacionadas con un resultado anticipado implican una gran dosis de expectativa.
Pero, ¿por qué se crean expectativas? ¿Y por qué son difíciles de gestionar?
Las expectativas surgen a través de un acuerdo implícito o explícito entre las partes involucradas. Gestionarlas con éxito puede llevar al cumplimiento adecuado de un resultado acordado y reducir el nivel de conflicto entre las partes.
Las expectativas son difíciles de gestionar ya que se basan en creencias de que cierto resultado o evento sucederá. Por esa razón, aplicar el principio ACE puede mejorar tu capacidad para gestionar las expectativas.
El principio ACE
Actitud: evalúa tu actitud personal y la de tu contraparte hacia la situación, partiendo de una postura positiva promueve una relación adecuada.
Alcanzabilidad: ¿qué tan factible es alcanzar el resultado deseado dadas los recursos actuales (personas, dinero y tiempo)?
Comunicación: ¿cuál es la calidad de la comunicación entre las partes involucradas? ¿Es cortés, recíproca, tensa y/o esporádica? ¿Y qué tipo de flujo de comunicación domina la situación? ¿Es ascendente, descendente, horizontal y/o multidireccional?
Conciencia: ¿los participantes están dispuestos a realizar las tareas bien y tomarse en serio sus obligaciones?
Compromiso: ¿cuál es el nivel de compromiso entre las partes involucradas para lograr el resultado deseado?
Efecto o Influencia: ¿puedes determinar el nivel de influencia ejercida por los participantes? En caso de que sea necesario influir en otros para completar un proyecto.
Una vez que hemos determinado una postura basada en la evaluación de las variables ACE, se vuelve más fácil gestionar las expectativas. Ahora podemos establecer los límites apropiados de lo que es aceptable y factible y lo que está fuera de «alcance».
Evalúe cada una de las variables ACE y establezca límites adecuados para lo que es aceptable y factible en cada situación.
En próximas publicaciones, discutiré cada una de las variables ACE en detalle. ¡Mientras tanto, comienza a aplicar ACE!
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