Todos tenemos un modelo mental distintivo que define nuestra percepción del fracaso. Esta arquitectura mental sobre cómo entendemos el fracaso o el aparente fracaso tiene una correlación directa con cómo nos preparamos para el éxito futuro.
¿Cómo funciona esta arquitectura mental y por qué define nuestro futuro? Todo comienza con la teoría de la atribución y la compensación neurobiológica que obtenemos de las historias que nos contamos sobre el fracaso.
Atribución Interna y Externa
Las atribuciones, internas y externas, son inferencias que hacemos sobre las causas de los eventos y comportamientos. Como seres humanos, recurrimos a la atribución para entender las experiencias y dar sentido al entorno. Estas atribuciones influirán en la forma en que interactuamos con el ambiente.
Al reflexionar sobre las atribuciones internas, nos identificamos con el resultado de un evento. Luego concluimos que la situación se debe principalmente a factores personales como habilidades, destrezas y sentimientos. En el caso de las atribuciones externas, inferimos que los eventos se derivan de factores situacionales.
Al igual que con cualquier otra línea de pensamiento, las personas que identifican mentalmente el fracaso con una atribución interna negativa abordarán los desafíos desde un ángulo temeroso y algo confundido. Si la atribución es positiva, su enfoque en nuevas decisiones y desafíos tomará una perspectiva completamente diferente.
Compensación Neurológica
Para cambiar esta arquitectura mental, en la que atribuimos características personales al fracaso y congelamos nuestro potencial para el éxito futuro, debemos comprender que hay un componente neurológico incrustado en nuestra naturaleza humana que recompensa la narrativa.
Como seres humanos, estamos físicamente conectados para dar sentido a una situación (fracaso). Entonces, cuando percibimos una amenaza, el cerebro nos compensará químicamente una vez que se cree una historia mental, incluso si la narrativa es inexacta. En la actualidad, la amenaza se manifiesta como ansiedad, miedo o angustia, por lo que las historias que nos contamos intentan darle sentido a una situación incómoda. El principal problema con estas narrativas es que moldean la forma en que enfrentamos e interactuamos con el mundo.
Enfrentar el Miedo a través de la Conciencia
La investigación muestra que casi el 99% de los escenarios mentales que creamos nunca sucederán. Por lo tanto, debemos trabajar en una nueva narrativa que dicte reacciones positivas a experiencias que consideramos amenazantes. Entonces, aquí está el consejo: cambie su mentalidad para dejar de anticipar resultados ficticios en situaciones percibidas como fracaso.
Hay varias técnicas que pueden ayudar a reescribir nuestros guiones mentales:
Usando «The Work», una metodología desarrollada por Byron Katie, en la que el individuo es desafiado a notar, escribir, cuestionar y cambiar los pensamientos, bajo la premisa de que cuando cuestionamos los pensamientos, pierden poder sobre nosotros.
Brené Brown también habla sobre desafiar nuestras historias mentales en su libro Rising Strong. Propone que constantemente «probemos» nuestras historias mentales, enfatizando que una historia con puntos de datos limitados llenos de nuestros propios valores, ideas y creencias es, por definición, una conspiración. Una conspiración producirá una confabulación, que se define como una mentira contada honestamente, en este caso, las mentiras que nos contamos a nosotros mismos creadas por nuestros diálogos mentales.
También podemos poner a prueba nuestra postura frente al fracaso preguntándole a amigos y colegas que visualicen una situación en la que se experimentó el fracaso y que expliquen su imagen mental abstracta cuando llegan al fondo. Las experiencias de los participantes se extenderán desde la sensación de caer en aguas turbias, un agujero negro o arenas movedizas, hasta rebotar en un trampolín o una cama de agua. Una vez que somos conscientes de las diferencias de la percepción del fracaso, tenemos la oportunidad de cambiarlo y darle forma.
Conclusión
Al tomar conciencia de la arquitectura mental que dicta la forma en que interactuamos con el fracaso, tomamos una posición activa para eliminar las limitaciones derivadas de nuestros guiones mentales. Al hacerlo, podemos dirigir nuestro futuro y nuestra relación con el fracaso percibido. ¡Así que desafiemos nuestra narrativa!
REPRODUCCIÓN ADICIONAL PROHIBIDA SIN PERMISO